Biomimicry = Biomimesis
Cuando comencé a investigar y escribir acerca de Biomimicry tenía pensamientos y sentimientos encontrados. “Está bueno volver a observar la Naturaleza, pero ¿cuándo y por qué dejamos de hacerlo?” Desarrollos tecnológicos e inventos a partir de la observación de la Naturaleza ha habido todo a lo largo de la historia de la humanidad. Las máquinas voladoras de Leonardo Da Vinci surgieron a partir de su observación de las aves y de las proporciones del cuerpo humano.
La caída vertical de una manzana del árbol a la tierra hizo reflexionar a Newton y luego crear su teoría de la gravedad. El antiséptico del odontólogo contiene componentes de aceites esenciales particularmente del clavo de olor, por eso huele igual. Los pueblos originarios construían sus viviendas utilizando materiales locales y teniendo en cuenta las características climáticas del lugar: aprovechando el sol, la temperatura, las lluvias, los vientos. Infinidad de ejemplos más podría nombrarse.
¿Qué es?
Biomimicry o Biomimesis es la observación e imitación de la naturaleza (del griego bio: vida y mimesis: imitar) para ver qué podemos aprender de ella y encontrar soluciones sustentables a los desafíos humanos a nivel global y local. Se trata de emular patrones y estrategias probadas por la naturaleza a través de miles de millones de años. A pesar de que el observar la naturaleza para resolver problemas ha sido algo inherente al ser humano, pareciera como si lo hubiésemos olvidado en algún punto. Biomimicry resulta entonces una invitación a abrir la mirada y re-aprender a conocer, un volver a observar para re-descubrir los secretos para la supervivencia, y crear desde diferentes saberes en forma multidisciplinaria y en colaboración con la naturaleza.
Hay gran cantidad de productos, procesos y nuevas maneras de vivir que se han desarrollado inspirados en la naturaleza. Cito algunos de los ejemplos más difundidos:
El “Shinkansen”, tren bala japonés:
Uno de más rápidos del mundo resultaba muy ruidoso al entrar en túneles. El ingeniero y observador de aves Nakatsu, rediseñó la cabina del tren simulando el pico y la disposición del cuello y la cabeza del martín pescador (que se zambulle tan aerodinámicamente que no causa ruido al entrar al agua) para conseguir un tren menos ruidoso. Además hoy día utiliza menos energía y viaja más rápido.
Nuevas generaciones de pinturas, vidrios, acabados de telas que imitan las hojas del loto:
La superficie de la hoja captura gotas de agua que se deslizan y arrastran la suciedad. Este “efecto loto” mantiene las superficies limpias a la vez que reduce la utilización de limpiadores químicos.
Turbinas y alas que imitan la aleta de una ballena:
La empresa Whale Power está aplicando lecciones aprendidas investigando ballenas, para diseñar turbinas eólicas incrementando su eficiencia. Esto tiene también enorme potencial para mejorar la seguridad y performance de aviones, ventiladores entre otros.
Planta solar concentrada en España:
Desde el aire se ve como un girasol. Miles de espejos giran con el sol para reflejar luz solar concentrada a una torre central en la que el agua se calienta hasta ser vapor que a través de una turbina produce electricidad. Los espejos están ubicados en forma de espiral siguiendo el diseño de los flósculos del girasol.
Velcro (cierres gancho y bucle):
Surge de un paseo por el campo del ingeniero suizo George de Mestral. Observó qué difícil resultaba desenganchar las flores del cardo alpino de sus pantalones y del pelo de su perro. Las separó con cuidado y observó en el microscopio descubriendo que se pegaban tan fuerte porque están rodeadas de una multitud de ganchillos que actúan como resistentes garfios al pelo y tejidos.
Janine Benyus
Biomimicry ha sido popularizada como una nueva fuente de innovación sostenible por Janine Benyus (bióloga) a partir de la publicación de su libro Biomimicry: Innovation Inspired by Nature (Biomimesis: innovación inspirada por la Naturaleza) en 1997, y de sus disertaciones en TED Talks:
En 1998 Benyus co- fundó la consultora en innovación bio- inspirada Biomimicry 3.8 que ha brindado diseños sustentables basados en la naturaleza a más de 250 empresas clientes.
En 2006 co-fundó el Biomimicry Institute, una organización sin fines de lucro dedicada a hacer de la biología una parte natural del proceso de diseño. El sitio Ask Nature de esta organización tiene una base de datos global muy inspiradora, como lugar de inicio para comenzar a innovar.
Las investigaciones e ideas que contiene son propias y de otros investigadores. Cualquier científico o investigador que quiera sumar sus desarrollos puede contactarlos y contribuir al crecimiento de la base de datos. Los casos, organizados por “Estrategias” y por “Productos”, están abiertos a la curiosidad y acicate a la imaginación de cualquier persona en cualquier parte del mundo (están en inglés, debo aclarar). También hay mucho material disponible para uso de docentes de todos los niveles desde el jardín de infantes. Son videos, presentaciones y clases que pueden ayudar mucho para difundir y despertar el interés de las nuevas generaciones.
¿Estará realmente cambiando?
Al escribir, seguía los pensamientos encontrados. Si hay tantas empresas grandes y globales interesadas en el tema y contratando servicios de consultoría en innovación a partir de biomimicry / biomimesis, si están observando atentamente las investigaciones y avances para desarrollar nuevos productos, procesos y tecnologías ¿no es contradictorio? Muchas de ellas reproducen sistemas de inequidad para las personas y el medioambiente. La lógica de los sistemas productivos y de nuestra sociedad ¿estará realmente cambiando? ¿Será biomimicry una palabra de moda como en algunos ámbitos a veces parecen ser innovación y sustentabilidad, antes tendencias o cool hunting…? ¿O realmente estamos viviendo profundos cambios de sentidos sociales que podrán verse a largo plazo?
Hoy elijo quedarme con una mirada de esperanza. Elijo pensar que de verdad estamos de a poco volviendo a mirar, re- aprender y re-aprehender para lograr cambios en nuestras maneras de vivir que sean cuidadosas con las personas y la Tierra haciendo un uso más equitativo de los recursos.
Esta nota la escribió:
Patricia I. Piñeiro
La curiosidad ha ido guiándome en los caminos… muy diversos que convergen y tienen en común la comunicación en todas sus formas y maneras. Afortunada por haber podido hacer y seguir haciendo lo que me gusta de manera apasionada. Agradecida con todas las personas generosas que compartieron sus saberes y me ayudaron a preguntar y preguntarme mejor. Diseñadora gráfica (Escuela panamericana de Arte), Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) con capacitación en Sustentabilidad (PROCARSE, UDESA). Más de 25 años de trayectoria profesional en ambientes multidisciplinarios e interculturales. Me interesa participar en proyectos que integren saberes múltiples, la comunicación, la sostenibilidad, el desarrollo de envases, entre otros temas.
Adrian Menichelli
abril 12, 2016 @ 11:16 pm
Muy interesante todo el planteo, me interesa la pregunta esta: cuándo dejamos de imitar la naturaleza? Esto quizás resuelva todo, aunque no creo que sea simple. La tecnologías puede resolver muchas cosas, pero si la tecnologías trabajase a favor o imitando la naturaleza, la convivencia sería mucho más simple y armoniosa.
El Brote Urbano
abril 14, 2016 @ 1:36 am
Hola Adrián, muy buena pregunta. En algún momento desconectamos de la naturaleza perdiendo mucho valores. Por suerte estamos re-conectando y cada vez más!
Debora
abril 17, 2016 @ 10:11 pm
Es grandiosa la naturaleza! genios que crean más vida mientras viven! cuántas lecciones para nosotros… gracias por compartirlo!
Rosi
abril 21, 2016 @ 2:51 am
Celebro el espíritu de pregunta y la claridad de la nota. Gracias!!
Ángel barruos
mayo 7, 2019 @ 3:31 pm
Se debería ampliar más estos conocimientos, en escuelas y universidad sobre BIOMIMESIS para que puedan desarrollar los conocimientos que ofrecen la naturaleza
El Brote Urbano
mayo 17, 2019 @ 6:15 pm
Hola Ángel,
Totalmente.